¿Qué necesitas para montar un kit de supervivencia?

A la hora de planificar actividades de acampada o senderismo, toda prevención es poca, especialmente si la ruta que vamos a realizar está en lugares de difícil acceso y sin cobertura telefónica. De ahí que todos los campistas y senderistas prevenidos lleven en su mochila los imprescindibles kits de supervivencia.

Conozcamos qué llevar en una mochila de supervivencia para estar protegidos, sin que el peso adicional de los materiales sea un obstáculo para la marcha.

Por qué debes llevar un kit de supervivencia si vas de camping

Cuando hablamos de ir de camping, no nos referimos a montar una tienda en un espacio acondicionado para tal fin y que cuenta con todas las comodidades y servicios.

Kit de superviviencia

Nos referimos a una acampada prolongada en uno o varios parajes silvestres apartados a los que hay que acceder a pie, con el consiguiente riesgo de que nos desorientemos, nos perdamos o de que alguno de los componentes de la expedición sufra un percance y resulte lesionado.

Teniendo en cuenta que en los parajes más pintorescos y apetecibles para los campistas no suele haber ninguna cobertura móvil, en esos casos ni siquiera podremos avisar al 112.

Por eso, es preciso equiparse con un kit de supervivencia que nos permita salir del paso mientras los equipos de búsqueda y rescate nos localizan.       

El equipamiento de supervivencia imprescindible

¿Y qué llevar en una mochila de supervivencia? La clave es incluir todo aquello imprescindible para superar cualquier circunstancia adversa, pero sin excederse con el peso. Veamos cuáles son los componentes que cumplen esos dos requisitos:

1. La brújula

La brújula es el elemento de prevención imprescindible. Si conocemos bien cómo se maneja una brújula, reducimos enormemente la posibilidad de que nos desorientemos o perdamos.

Si quieres indagar un poco más en este apartado puedes echar un vistazo a nuestra guía con las mejores brújulas.


2. La cantimplora y el agua

Sin alimentos podemos sobrevivir semanas, hasta que agotemos todas nuestras reservas de grasa. Pero sin agua, al tercer día el desfallecimiento ya es crítico y en ningún caso aguantaremos más de cinco días. Por lo tanto, el primer paso es llevar una cantimplora. No obstante, el agua pesa mucho y ocupa un espacio considerable.

Así que también llevaremos unas bolsas de congelación de alimentos y pastillas potabilizadoras. De esta forma, en caso de emergencia podemos recoger agua de arroyos o charcas, potabilizarla y beberla sin ningún riesgo para la salud.


3. Conservas o batidos concentrados

Nunca está de más llevar algo que podamos comer en caso de accidente o extravío, en adición a la comida que tenemos previsto consumir durante nuestro periplo.

Las latas de conserva son una buena opción de comida para llevar de camping, pero los batidos nutritivos concentrados en polvo son un alimento completo y pesan mucho menos.


4. Dispositivos de aviso y señalización: bengalas y silbatos

Si nos perdemos o sufrimos algún percance, es imprescindible que seamos visibles o que nos oigan para poder enviar una señal S.O.S.

Una alternativa es que cada miembro de la expedición lleve una pequeña bengala o un silbato, puesto que es un objeto que no pesa nada y que se oye a varios kilómetros de distancia.


5. Encendedor y cerillas

El fuego es un elemento esencial para sobrevivir ante una situación extrema. No solo aporta calor, sino que puede servirnos para señalizar nuestra posición, tanto de día como de noche.

El encendedor es la opción más cómoda, pero puede quedarse sin gas o fallar la piedra. Por tanto, además del mechero, siempre incluiremos una caja de cerillas en nuestra mochila.


6. Botiquín de emergencia

Llevaremos siempre un pequeño botiquín para tratar pequeñas heridas. Incluiremos algunos medicamentos analgésicos, en previsión de traumatismos y cefaleas.


7. Un kit portátil de costura

La finalidad principal de este elemento no es reparar posibles desgarros en la ropa (aunque también puede usarse para eso), sino que dispongamos de algún material para suturar provisionalmente heridas de consideración. En adición, las tijeras del kit de costura pueden sernos de utilidad en múltiples circunstancias.


8. Una navaja polivalente

La navaja es imprescindible en el campo y si es polivalente puede ser utilizada con múltiples finalidades: destornillador, tijera, sacacorchos, abrelatas, abrebotellas, etc.

Antes de partir, verifiquemos que está bien afilada. Una navaja mal afilada supone una doble desventaja:

  • No corta bien lo que tiene cortar
  • En caso de accidente durante una maniobra de corte, la herida que produce es de mayor gravedad

9. Un serrucho plegable

Se trata de un tipo de minisierras especialmente diseñadas para el senderismo y el campismo. Estos instrumentos no pesan prácticamente nada y ocupan muy poco espacio. Son muy útiles para abrirse paso entre la maleza y para cortar pequeñas ramas que nos permitan encender un fuego.


10. Manta isotérmica

Procuremos incluir en nuestros kits de supervivencia una manta isotérmica. Las más adecuadas son las denominadas «mantas espaciales», que distinguiremos fácilmente porque están construidas con un material aislante cuyo acabado es metálico y brillante.

Este tipo de mantas isotérmicas son ligerísimas, plegadas no ocupan prácticamente ningún espacio y el aislamiento térmico que ofrecen es de primera categoría.


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11. Una linterna

La linterna es otro material básico de supervivencia. Disponemos de dos opciones:

Si somos muy previsores, incorporaremos los dos tipos de linterna. Las linternas de pilas tienen una capacidad de iluminación superior a las de dinamo, pero con estas últimas desaparece totalmente el riesgo de que las pilas se agoten.


Obviamente, existen otros muchos elementos que podemos incorporar a nuestro kit de supervivencia. A modo de ejemplo, una pala pequeña de estilo militar tampoco estaría de más.

Pero no se trata de ir a la montaña cargados hasta los topes, sino de estar cubierto ante los imprevistos más habituales, que son los pequeños accidentes y los extravíos. Nosotros consideramos que con los elementos descritos es más que suficiente para cubrir esos dos riesgos.

Para finalizar, hay un elemento más que tenemos que incluir en nuestro equipamiento de supervivencia, aunque no dentro de nuestra mochila: este elemento es la prudencia. Si somos prudentes, rara vez necesitaremos usar nuestro kit de supervivencia.

Y si no quieres complicarte la vida adquiriendo uno por uno el material de supervivencia, en los establecimientos especializados y en internet dispones de kits de supervivencia ya montados, para todas las necesidades y gustos.


Si estás preparando una aventura o te gusta el mundo del camping puedes inspirarte con los artículos que publicamos en nuestro blog.

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