La provincia de Alicante es un destino de sol y playa imprescindible en España. En la Costa Blanca podemos disfrutar de municipios como la propia capital alicantina, Villajoyosa, Santa Pola, Benidorm, Denia, Javea o Torrevieja. Sin embargo, en interior también hay algunos municipios que merece la pena visitar. Uno de ellos es Villena, ¿sabes qué ver en Villena?
Villena se localiza en el noroeste de la provincia de Alicante, muy próxima a las provincias de Murcia, Albacete y Valencia. De hecho, en menos de media hora puedes acceder a municipios de estas provincias.
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Castillo de Villena
El Castillo de Villena, o de la Atalaya, sorprende por su particularidad diseño en forma de león tumbado. La construcción defensiva domina toda la ciudad. Es de origen almohade y fue construido durante el siglo XII. A lo largo de la historia ha ido experimentando modificaciones y reformas, como por ejemplo la torre del homenaje, que es de factura cristiana y fue levantada en el siglo XIV.
Villena fue reconquistada en 1240 por los aragoneses, pero pasó a control castellano poco tiempo después. El Señorío de Villena llevó a don Juan Manuel a acondicionar el castillo y reforzar sus defensas para alojar en él a Doña Constanza de Aragón y Anjou, hija del rey Jaime II. En el Castillo de la Atalaya destaca principalmente esta torre del homenaje y sus cuatro pisos, dos de origen musulmán y los otros dos cristianos.
En su interior hay tesoros decorativos como bóvedas almohades, una mano de Fátima grabada en una de las salas y grabados murales realizados por prisioneros de la Guerra de Sucesión (siglo XVIII) y de Independencia (siglo XIX). El castillo se puede visitar con la presencia de un guía. Las entradas se adquieren en el Centro de Recepción de Visitantes.
Mirador de Santa Bárbara
Mirador del Castillo de Villena
Sin salir de las inmediaciones del castillo, bajando las escaleras que hay junto a la explanada donde se asienta este monumento defensivo, encontramos el Mirador de Santa Bárbara. Este lugar ofrece una de las mejores vistas panorámicas de todo el castillo.
A su vez, de camino hasta el pueblo puedes divisar uno de los pocos restos de la muralla fortificada que rodeaba toda la ciudad en la Edad Media.
El acceso hasta este curioso lugar, también denominado de Santa Bárbara, es muy sencillo, basta con bajar desde el mirador por unas escaleras que dirigen hacia la Plaza Mayor. Allí se encuentra el arco. Tras descender las escaleras, puedes girar hacia la derecha por la Calle Mayor para dirigirte a la Plaza Santiago, donde se sitúa el museo arqueológico. Bueno, en realidad se situaba, pues ahora se localiza en la Calle Madrid.
Villena es el segundo municipio más extenso de Alicante, tras Orihuela. Su particular localización geográfica, en un territorio cuasi fronterizo, explica que hasta el año 1833 perteneciera al Reino de Murcia. A partir de ahí pasó a formar parte del Reino de Valencia, aunque también había formado parte de la provincia de Albacete. En 1836 ya se incorporó definitivamente a Alicante.
Museo Arqueológico José María Soler de Villena
Museo Arqueológico José María Soler de Villena
José María Soler fue un arqueólogo, investigador e historiador local, a quien se le debe el descubrimiento de los tesoros de Villena y del Cabezo Redondo. En el primero se contabilizan casi 60 objetos de oro, plata, hierro y ámbar con un peso de casi 10 kilos pertenecientes a la Edad de Bronce.
Se trata del tesoro de vajilla áurea más importante de España y el segundo de toda Europa. El Museo Arqueológico, fundado por José María Soler, expone todos los hallazgos de esta época y otros muchos como la Arracada de la Condomina, del siglo VI a. C., o la Dama de Caudete, busto íbero del siglo IV a. C.
Iglesia de Santiago
La Iglesia Arcedianal de Santiago es uno de los templos religiosos más bonitos de toda la Comunidad Valenciana. De estilo gótico renacentista, su construcción se remonta a los siglos XIV y XV. Lo más sorprendente en su interior es el conjunto de columnas helicoidales que solo se repiten en las lonjas de Valencia y Mallorca.
El templo está declarado como monumento artístico nacional desde 1931, como el Castillo de la Atalaya. También es Bien de Interés Cultural. La iglesia se puede visitar todos los días, salvo los lunes. La entrada es muy económica, solo un euro. De manera anexa a la construcción se sitúa la Capilla de la Comunión, que es un poco más moderna y añade una torre que domina toda la ciudad.
Iglesia de Santa María
Un segundo templo religioso de obligada visita es la Iglesia de Santa María, construida en el siglo XVI a las afueras del recinto amurallado de Villena. La edificación de este templo utilizó como base la antigua mezquita mayor del arrabal de la villa, hoy en día el barrio de El Rabal.
La iglesia destaca por su alta torre y por ser el emblema de este barrio. Durante la Guerra Civil el templo fue muy dañado y perdió su techumbre, pero afortunadamente se ha restaurado para devolver a Santa María su esplendor. La pérdida más reseñable es el archivo histórico, desaparecido casi en su totalidad.
Teatro Chapí
Y desde la religión nos vamos hasta la cultura. A la pregunta de Villena, qué ver en la ciudad, una respuesta clara es el Teatro Chapí, que es uno de los edificios culturales con más actividad en toda la Comunidad Valenciana.
Su nombre se debe a Ruperto Chapí, un compositor de zarzuelas de la localidad que tuvo una prolífica carrera durante la segunda mitad del siglo XIX. El teatro se inauguró en 1925. Entre las décadas de los 80 y de los 90 del pasado siglo se mantuvo cerrado, pero una restauración permitió su reinauguración en 1999. Desde entonces, es un espacio cultural con una amplia actividad.
Ya sabes qué ver en Villena. Esperemos que esta pequeña selección te sirva para descubrir una ciudad que encierra muchos más atractivos arquitectónicos, históricos y culturales y donde el senderismo y los deportes de aventura son otro motivo más para visitarla. No olvides incluir algún pueblo más de la Costa Blanca en tus planes.
