Qué es el ciclo hidrológico y cómo se ve afectado por el ser humano


El ciclo hidrológico, también conocido como ciclo del agua, es un proceso natural que permite el movimiento y la redistribución del agua en la Tierra.

En este artículo, exploraremos en detalle qué es el ciclo hidrológico y cómo las acciones humanas están alterando este proceso vital, afectando tanto a los ecosistemas acuáticos como al acceso y la disponibilidad de agua dulce para las comunidades en todo el mundo.

Arena Blanca te espera en Benidorm con la comodidad y calidad que mereces en un camping. Experimenta la belleza de la naturaleza y el confort en un solo lugar.

¿En qué consiste el ciclo del agua?

El ciclo del agua

El ciclo hidrológico o ciclo del agua no es más que el proceso de transformación y circulación del agua por todo el planeta. El agua que hay en la Tierra siempre es la misma, solo que va variando su estado (líquido, sólido o gaseoso).

Fases del ciclo hidrológico

El ciclo hidrológico consta de cinco etapas que están en constante repetición. Involucra la evaporación, la condensación, la precipitación y el escurrimiento, y es vital para mantener el equilibrio hídrico en nuestro planeta.

Evaporación

Evaporación

La evaporación es la fase del ciclo hidrológico en la que el agua líquida se convierte en vapor de agua gaseoso y asciende a la atmósfera.

Este proceso ocurre principalmente en los océanos, lagos, ríos y suelos húmedos, impulsado por la energía solar que calienta y vaporiza el agua.

Condensación

Condensación

En el siguiente paso del ciclo del agua, conforme el vapor de agua eleva su altura, la temperatura baja hasta provocar el cambio de estado de vapor a líquido por condensación.

Este vapor de agua es el que forma las nubes que vemos desde abajo, cuando se acumula la suficiente densidad en las nubes el agua pasa a la siguiente fase, la precipitación.

Precipitación

Precipitación

La precipitación es la fase en la que el agua vuelve a la superficie terrestre en forma de lluvia, granizo, nieve o niebla. Además, dependiendo de dónde caiga, su estado cambiará otra vez, pues si lo hace en una zona con temperaturas muy bajas se puede convertir en hielo, pasando del estado líquido al sólido.

Infiltración

Infiltración

Una vez que el agua ha llegado a la superficie pueden suceder dos cosas, que ese agua sea absorbido por la superficie o no. En el primer caso, el agua atraviesa los poros y grietas del suelo creando lo que conocemos como acuíferos.

De estos acuíferos se extra el agua de los pozos que se utilizan para beber o regar los huertos y explotaciones agrícolas.

Escorrentía

Escorrentía

La escorrentía se produce cuando la tierra no absorbe las precipitaciones, de forma que no se ocasiona la infiltración del paso anterior. Esto puede suceder porque las precipitaciones sean tan abundantes que a la tierra no tenga tiempo suficiente a asimilar todo el agua, o porque la precipitación excede la capacidad de infiltración del suelo.

De esta forma el agua alimenta a los ríos y océanos contribuyendo a la formación y mantenimiento de los sistemas fluviales. Además, este flujo de agua también desempeña un papel importante en la erosión del suelo y el modelado del paisaje a lo largo del tiempo.

Cómo impacta el ser humano en el ciclo del agua

El impacto humano en el ciclo del agua es una preocupación creciente debido a las acciones que afectan negativamente la disponibilidad y la calidad del agua en nuestro planeta.

A medida que la población mundial y las actividades humanas continúan en constante crecimiento, la deforestación, la contaminación, la sobreexplotación de los recursos hídricos y el cambio climático están alterando el equilibrio natural del ciclo hidrológico.

Deforestación

Los árboles desempeñan un papel crucial en la regulación del ciclo hidrológico al absorber el agua del suelo a través de sus raíces y liberarla a la atmósfera a través de la transpiración.

Deforestación

Cuando se talan los árboles en grandes cantidades, se reduce la capacidad de retención de agua del suelo y se interrumpe el equilibrio del ciclo del agua. Esto puede provocar una disminución de la infiltración, un aumento de la escorrentía superficial y la erosión del suelo

Además, la deforestación también puede dar lugar a cambios en los patrones de lluvia y sequías, afectando a la disponibilidad de agua dulce y a los ecosistemas acuáticos.

Cambio climático

A medida que aumenta la temperatura global, se intensifican los fenómenos climáticos extremos, como sequías e inundaciones. Esto afecta la distribución y disponibilidad de agua dulce en diferentes regiones.

Además, el cambio climático también provoca cambios en los patrones de precipitación, lo que puede alterar el ciclo hidrológico. Las sequías prolongadas reducen la cantidad de agua disponible, mientras que las lluvias intensas pueden causar inundaciones y erosionar el suelo.

Para garantizar la sostenibilidad y la preservación de este ciclo vital, es crucial adoptar prácticas de gestión responsable del agua, promover la conservación de los ecosistemas acuáticos y tomar medidas para mitigar el cambio climático.


Si te interesa el medio ambiente y la naturaleza te recomendamos que eches un vistazo a los artículos que publicamos en el blog.

Deja un comentario